lunes, 9 de julio de 2012

DESAFÍO Y TRAGEDIA

En mis ratos libres, o cuando me puede el aburrimiento más bien , me dedicó a hacer un trabajo de S. XIX que dentro de unos 20 días tendré que tener entregado,y se me ha ocurrido, como una" luz divina del siglo de las luces"(el más deprimente y a la vez astuto de los siglos, el XVIII ilustrado obviamente), que "se encendió la bombilla, la razón", escribir esta entrada.Sería más bien para criticar a Schiller y su concepción de la tragedia, si se me permite. Aunque su concepto de tragedia tenga los más firmes y benevolentes maticesen pos, como haría Kant, a la libertad y a la amplia voluntad.No obstante, quizás tampoco fuera Shiller tan benevolente, al decir que el hombre se eleva sobre la naturaleza y esto le da la absurda potestad de explotarla o subyugarla a su merced, como le plazca,todo tirando de las riendas de su soberana voluntad.Olvida que el hombre es naturaleza, como defiende Dewey. Se le escapa que desde ese punto , la subyugación no está permitida, no más al menos que la "subyugación" que la propia vida(o la naturaleza) presenta.Schiller ve a la naturaleza  como cadena, destructora y por ello el hombre no puede formar parte de ella. Yo, personalmente, sigo a Dewey y creo que aunque la naturaleza tenga esa potestad,  aunque pueda hacernos daño y atacar de la manera más horrenda, si que, obviamente somos parte de ella.Schiller dice que lo más trágico es la resistencia ante aquello que nos oprime. Esto no es lo más trágico, incluso en un derecho,el conflicto ante aquello que nos supera.Aquello que vemos como injusto, como opresión y cadena, no hay más que liberarse. En esto, si que estoy de acuerdo. Pero no puedo permitir que se crea que eso es una tragedia(ni mucho menos). La auténtica tragedia es no luchar por liberarse de esas cadenas. Un estúpido aguante  que no tiene donde anclarse.Esa es la peor de las condena:creer que si luchamos contra esas fuerzas o contra el destino, caeremos derrotados, tal vez así sea, pero quizás valga la pena esa pugna. Pero como bien dije es prefrerible mantenernos tranquilos  y distanciados , al igual que ocurre con el teatro, ser meros observadores y quedarnos como los borregos que somos.Le agradezco al ser humano, a la humanidad y a mi misma, esta inutilidad que nos ha  brindado  la vida.
En algo último si que estoy de acuerdo con Schiller y es que llega un punto en el que hay que elegir entre el deber y la misma naturaleza, el hombre ha de elevarse y, como ser libre, elegir entre el deber o la naturaleza(es el principio de la eterna discordia). Yo personalmente optó, por la naturaleza.

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